Pelayo Sánchez: “Sabíamos que iba a ser difícil formar la fuga, ya que era un inicio llano, por carreteras muy anchas. Esperábamos que hubiera una o dos horas de pelea, con todos los equipos intentando coger la escapada, y así fue. Estuvimos todo el tiempo rozando los 50 kilómetros por hora de media, una auténtica locura. Finalmente, en un repecho a la salida de un pueblo, se hizo el corte. Ahí pudimos entrar tres ciclistas del equipo. Luego, en la fuga intentamos gastar lo menos posible, pasando todos en los relevos para ir haciendo camino. El entendimiento fue perfecto, éramos muchos corredores y, salvo sorpresa, teníamos una oportunidad buena para llegar. En la parte final intentamos seguir una rueda buena para llegar lo más lejos posible. Nos agarramos ahí como pudimos e hicimos un buen papel, además en la etapa de casa. El motor iba ya un poco recalentado y no pude esprintar, pero es un resultado que da moral para lo que viene”.
La Vuelta ofrecerá una nueva oportunidad a los velocistas en su duodécima etapa, que saldrá este jueves de la localidad soriana de Ólvega y terminará en Zaragoza. El recorrido es mayoritariamente llano, con una primera parte muy veloz y un pequeño repecho no puntuable bastante tendido situado a 50 kilómetros del final. Otra jornada en la que el Burgos BH tratará de mostrarse en la escapada, al mismo tiempo que busca sus opciones en una posible llegada masiva.