Los siete integrantes del conjunto burgalés realizaron un gran trabajo grupal durante toda la etapa. Esta primera jornada de media montaña arrancó a un ritmo muy alto y con muchos ataques, entre los que trató de filtrarse George Jackson. El Burgos BH controló los principales movimientos peligrosos, hasta dejar marchar una fuga de solo dos ciclistas. Comenzó entonces la pelea por la montaña y Jambaljamts Sainbayar puntuó en los cuatro puertos del día, coronando en primera posición la subida a Shuiman. Un botín de puntos que le situó al frente de la clasificación, haciéndose con el maillot blanco a lunares rojos. Además, en el segundo sprint intermedio José Manuel Díaz obtuvo un segundo de bonificación.
Llegó entonces el decisivo ascenso a Atouling, que seleccionó la carrera y redujo el pelotón a apenas 20 ciclistas, entre los que aguantaban Aaron Gate, Jambaljamts Sainbayar, Eric Fagúndez, Rodrigo Álvarez y José Manuel Díaz. Tras la bajada, comenzaron nuevamente los ataques y Eric Fagúndez atacó en un repecho a apenas dos kilómetros del final. El uruguayo se marchó junto a otros ciclistas, pero fueron alcanzados en la cima del mismo. Gate aprovechó la situación y, ante las dudas de sus rivales, arrancó con fuerza y no miró atrás. Hizo el kilómetro final a máxima velocidad, como si estuviera en el velódromo o en una contrarreloj. El neozelandés cruzó la línea de meta en solitario, haciéndose con la victoria y aventajando en seis segundos al pelotón.
Aaron Gate: “Todo el equipo hizo un buen trabajo, saliendo a todos los ataques en la primera mitad de la etapa. Cuando se formó la fuga, dejamos que otros equipos trabajaran y Jambaljamts fue sumando puntos para la montaña. Cuando alcanzamos a los escapados, atacó Mudgway en solitario y cogió mucha ventaja. Parecía un movimiento peligroso, pero fuimos pacientes y aguantamos hasta la última subida, donde varios equipos trabajamos para endurecer la carrera. Estábamos bien representados, con cuatro compañeros en el grupo. Tras la bajada, sabía que habría una pequeña oportunidad de atacar en un repecho, a poco más de un kilómetro de meta. Lo probó Eric con otros corredores y yo esperé en el grupo. Cuando terminamos el repecho y los alcanzamos, vi una oportunidad de salir y ataqué. Me adelanté a todos y nadie vino conmigo. Vacié el tanque e hice una contrarreloj de un kilómetro hasta la meta, dándolo todo. Fue suficiente para llevarme la victoria. Ahora intentaremos defender el maillot amarillo en las dos últimas etapas, algo que no será nada fácil”.