La etapa más dura de O Gran Camiño, con 3200 metros de desnivel positivo, tuvo el protagonismo en fuga de Óscar Cabedo, alcanzado antes de la subida a Ézaro por el pelotón.
Diferencias reducidas y un alto ritmo pese a la exigencia del terreno marcaron la segunda jornada de la carrera gallega. Óscar Cabedo hizo buenas sus dotes escaladoras, pero el grupo no dio margen y la diferencia rondó los dos minutos la mayor parte de la etapa.
Pese a llegar por delante ya dentro de los 15 últimos kilómetros, los favoritos no dieron margen y fue Victor Langellotti, desde el pelotón, quien lideró a los morados en la durísima subida a Ézaro, en 16ª plaza. Alex Molenaar fue 21º firmando también una buena ascensión..